Lo confieso. Cada vez que leo/escucho aquello de «los que estamos despiertos», o «desde que yo desperté»… Se me ponen los pelos como escarpias. Me da un repelús y una dentera que me muero y se me encienden por dentro todas las alarmas. No hay nada más peligroso que «creerse despierto» (sobre todo si ese
diciembre 21, 2020