«La Diosa brilla através de cada mujer, rubia o morena, gorda o flaca, rolliza o esbelta.
Hay una semilla de ella en cada corazón, en cada útero, en cada caricia, en cada mirada tierna. Su Sabiduría y Su fuerza residen en el núcleo de cada mujer y ha vuelto para quedarse.
El poder magnético de la Luna, ese que los hombres empezaron a temer porque olvidaron cómo utilizarlo para su propia nutrición. En lugar de usarlo para fortalecerse y crecer, empezaron a recelar de su potencia y lo intentron anular haciendo creer a la mujer que no tenía alma y que no era nada, poco más que una máquina para su satisfacción y para darle hijos, totalmente apartada de lo importante de la sociedad.
Intentaron apartarla del mundo. Le quitaron todo. La dignidad, su propio conocimiento, su propio poder, su identidad, y nos hundimos en la noche de los tiempos, olvidando quiénes éramos, olvidando nuestro poder y nuestra esencia.
La búsqueda de un compañero, de un igual, fue sustituida por la ensoñación romántica de las películas y las novelas, del príncipe azul que nos rescataría y que no existe porque normalmente no sale de sus propias almenas y está muy entretenido con su caza y su taberna y apenas considera a la princesa más allá de la conquista. Porque le llega el aburrimiento. Porque tampoco él recuerda.
Le escondieron el potencial del éxtasis, de la unión sagrada. Le escondieron el renacimiento y la purificación que podría encontrar en su pareja, la nutrición y su propia verdad en el espejo y desde entonces vaga buscando causas perdidas y el Santo Grial afuera. Y su naturaleza masculina también se pervirtió.
Dios y Diosa han de volver de nuevo a la Tierra. De la mano. Y caminar juntos. En equipo, en unión, Unión Sagrada y verdadera. Masculino y feminino fundidos en uno solo, en algo más allá, en una unión completa, en ese TODO desde el que mundos enteros pueden crearse y nacen las estrellas. Ese tiempo ha llegado y vosotras sois pioneras en esta labor de devolver la esencia de la Diosa a la tierra. En cada mujer. En cada niña y en cada bestia. Empezando por vosotras mismas. Sintiendo a la Diosa en vosotras, dejando que se exprese y resplandezca y brille y se deje ver. Cada una a su manera.»
26-febrero-2013
En conexión con los Registros Akáshicos.