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Qué son los Registros Akáshicos

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Qué son los Registros Akáshicos

¿No sabes lo que son los «Registros Akáshicos» pero te suenan?  No te preocupes, te lo cuento en plan «frikinformático».  Bueno, todo lo «frikinformáticamente» puedo llegar, que tampoco es mucho.

Toda la información.

Supongamos que la información es sagrada y que no se pierde ni una sola gota, ni un átomo, ni un bit.  Desde que empezó esto del Universo, la información generada es mucha (en realidad, TODA).  Yo la guardaría «en la nube», bien repartida por varios servidores, no sea que pete alguno y la liemos.

Bueno, puestos a elegir… La guardaría holográficamente, en todas partes y por varias dimensiones, para que sea más difícil el rastreo y no se nos sobrecargue la red ni se nos pierda nada.

Ah, y encriptada como dios manda.  Que no quede al alcance de cualquier desaprensivo que pueda hacer un uso inadecuado de tanto dato suelto.  Que hay mucho hacker aburrido por esas redes de Dios…

Cuando hablamos de Registros Akáshicos estamos hablando de información, pero no sólo de eso, hay mucho más.

Tu «usuario».

Se te asignan usuario, espacio y configuración en esa “nube” de manera automática, nada más nacer o “encarnar” o estando simplemente “en proyecto”.  Sin tenerte que dar de alta ni hacer login ni nada (al menos no este plano).

De hecho, si aceptamos el supuesto de la reencarnación, ya tendrías el usuario creado de vidas anteriores.  Así que, si naces otra vez, simplemente abres una nueva sesión.  Se seguirá guardando toda la información que vayas generando en el mismo usuario que ya tenías.  Al fin y al cabo en este supuesto tienes otro cuerpo, otro ego y otra personalidad, pero en esencia sigues siendo tú.

Los Registros Akáshicos contienen información.

La información de todo lo que te ocurre se va guardando en tu espacio de esa “nube”: experiencias, encuentros con otras personas, descubrimientos, revelaciones, aprendizajes, toda tu lista de contactos… Lo que pasó y también (y sobre todo) cómo tú lo sentiste, percibiste o interpretaste.

No se graba igual un cabreo monumental que un rato de risas tontas fruto del desvaríe; eso también se guarda. Junto con olores, sabores, sonidos, imágenes… Todo lo que rodea a las experiencias. TODO.

Un proceso automático.

Se guarda lo consciente y lo que no registras conscientemente pero que también estaba por ahí.  Y sin tener que dar al botón de «sincronizar» ni nada.  Al fin y al cabo este «backup» es un proceso en segundo plano, totalmente transparente para ti y que no molesta a otras aplicaciones.

(No es plan que se te quede colgado el cerebro en el momento más inoportuno por un respaldo de datos y te pases la salida de la M-30 o algo peor).

Ahora que lo pienso, no sé si tenemos un resguardo local en nuestra red neuronal mientras estamos vivos y lo pasamos a almacenamiento externo cuando «pasamos a mejor vida».  Pero esto es una duda/paranoia que me ha surgido mientras escribo.

Paranoias aparte, la carpetita asociada a tu usuario no viene vacía por lo general.  Esa carpeta suele traer ya: una agenda de actividades, eventos y citas previstas, diferentes “programas” (tus «dones»), algunos vicios de funcionamiento heredados (de sesiones anteriores o de contactos con otros progamillas familiares y demás)…

Depende del formato que hayas pedido para ese espacio y lo que hayas venido a experimentar al crearte un usuario esta vez.  Que[taq] si hay que encarnar, se encarna, pero encarnar «pa ná» es tontería[/taq].

En los Registros Akáshicos todo está conectado.
imagen de bluesmarteurope.files.wordpress.com

A lo que íbamos.  Esa “nube” que lo registra todo es lo que llamamos “Registros Akáshicos”(*).

Descripciones “new age” al uso tenéis mil por la web, no tenéis más que buscar. Ha recibido diferentes nombres en diferentes culturas: “Tablas de Thoth” en Egipto, “Libro de la Vida” en la Biblia… También los mayas tenían su versión.

Vaya, que no es algo que se hayan inventado un par de hippies hace dos días porque se aburrieran mucho y tuviesen marihuana de sobra.

El tráfico «de bajada» involuntario.

Hasta ahora sólo hemos hablado de tráfico “de subida” pero, por supuesto, también hay tráfico “de bajada”, que es el que nos interesa en el caso de los Registros Akáshicos.

La mayoría de las veces el tráfico de bajada es automático e involuntario y no pasa por nuestro consciente. Como cuando llegas a un sitio en el que nunca has estado y sabes dónde está todo como «por arte de magia».  O como cuando «algo» te dice que tienes que ir por una calle por la que nunca vas, te haces caso y te encuentras un billete de 20 pavos por el camino.

Al fin y al cabo estás conectado siempre con esa red y ahí está todo.

Unos están más «enchufados» que otros (se hacen más caso), pero conectados estamos todos.  La información a veces «baja» aunque no seamos conscientes de ello.

Hummmm.  Me pregunto si la «inspiración» será también tráfico de bajada…

Puedes acceder a la información contenida en tus Registros Akáshicos mediante una sesión de lectura.

También hay tráfico de bajada inconsciente del «puñetero», tipo malware o incluso tipo troyano.  Como cuando pasa algo en tu vida que no te deja dormir y te dan ganas de acceder al administrador de tareas y cargarte la aplicación que se te está comiendo viva la CPU.  O como cuando te pasa una y otra vez lo mismo (misma relación, misma situación laboral) en plan ventantina pop up de esas cansinas de publi no deseada.

No me digas que no hay momentos en tu vida en los que te dan ganas de pasarte un antivirus… A mí me pasa.

Tráfico «de bajada» voluntario.

Afortunadamente también hay tráfico “voluntario”, a petición.  Traduciendo: se pueden hacer búsquedas por esa red de información que son los Registros Akáshicos.  Aunque no exactamente para bajarte pelis o música…

La base de datos es «inmensamente inmensa e inmensurable» pero está perfectamente interconectada y es absolutamente relacional (todo está perfectamente interconectado).

Esas búsquedas se realizan en las así llamadas «sesiones de Lectura de Registros Akáshicos».

Por el momento, salvo que estés totalmente «enchufado» de serie a esta red en plan Neo con Matrix (con su entrenamiento terminado y a tope) necesitas la ayuda de un técnico en la materia.  Que luego te puedes formar si la cosa te mola, no te preocupes.  Pero para empezar, pregunta a un «especialista».  😉

Los «especialistas».

Sí, hay «especialistas»: los «lectores de Registros Akáshicos» (como servidora).

El acceso a estos Registros Akáshicos (partimos del supuesto de que la información es sagrada) ha estado siempre restringidísimo y muy custodiado; sólo unas cuantas personas estaban autorizadas y eran capaces de acceder a ellos para bajar información (hacer “lecturas”).

Desde hace unas décadas las cosas han cambiado un poco y esta herramienta se ha abierto a más público, de manera que cada vez hay más gente preparada para conectar con ellos (más técnicos especialistas, vaya).

Estos lectores de Registros Akáshicos pasan por una “iniciación” en la que reciben un código, llave o clave de acceso que les habilita para acceder a la información y decodificarla.  Algo así como la «licencia» que necesitas para operar con algunas aplicaciones o programas.  Además de la formación y entrenamiento correspondientes, claro.

Es un poco lo que nos pasaría con el Photoshop: no basta con instalarlo y comprar una licencia, tienes que aprender a usarlo.

En los Registros Akáshicos se encuentra TODA la información del camino de tu alma.

Te estarás preguntando: ¿entrenamiento?  Pues sí.  Hace falta.

El lector es humano al fin y al cabo y tiene que entrenarse en ser lo más fiel posible a la información que reciba, sin tergiversarla ni meter cosas de su propia cosecha.   (A veces no es fácil resistirse al spam o a meter cuñas publicitarias…)

Es lo más difícil de toda la formación.

Aparte de que esta info tiene una vibración «elevada» y tienes que ir entrenando para acostumbrarte a ella y poder «sostenerla» (un poco en plan «runner», pero en versión conexión con los Registros Akáshicos).

El acceso.

¿Código de acceso?  Pues claro.  Como para entrar en cualquier edificio «oficial»…

Es como ir con el carnet de la biblioteca o el del gimnasio: si no lo llevas, no entras.  Aún así, el lector no accede directamente a la info (es tan «exótica» que no sabríamos ni por dónde cogerla).  Digamos que él pasa los parámetros de búsqueda al bibliotecario y luego espera que éste le traiga los resultados.

El lector no tiene acceso directo, necesita también «intermediarios».  Y estos intermediarios tienen su sistema de censura», no te vayas a creer, que no te dan cualquier información ni de cualquier manera.  Los «bibliotecarios» («Señores de los Registros Akáshicos») se toman muy en serio sus funciones.

Como podrás suponer, así descrito, lo de acceder a esta información no es precisamente “llegar y besar el santo”. Es como una búsqueda por la web: tienes que dar con las palabras claves para hacer la búsqueda y luego necesitas un buscador adecuado.

El motor de búsqueda (como el “google”) es una mezcla entre la persona que realiza la lectura (y que ha pasado por la correspondiente iniciación y entrenamiento) y los «bibliotecarios» correspondientes (tus guías, los del lector, los «Señores de los Registros Akáshicos»… Para no volverte loco, lo dejaremos en «bibliotecarios»).

Las palabras claves son las preguntas que haces a los registros: cuanto más afinadas sean, más posibilidades tendrás de obtener las respuestas adecuadas.  Como cuando buscas algo en google, vaya.

Aunque a veces, simplemente por abrir la lectura, te encuentras con algo así como que «te han dejado un mensaje en consigna» y tus guías aprovechan la ocasión para saludar o para decir algo que es importante para ti, aunque no lo hayas preguntado.  Así de chulos son y así de divertidas son las sesiones de lectura.  😛

Cómo se entrega la información.

El Lector está entrenado para entregarte la respuesta de forma que sea asimilable para ti y de manera neutral.  Claro, no tendría mucho sentido que te diese la respuesta en hexadecimal, binario, chino mandarín o escritura cuneiforme.

Pero ojo, “asimilable” no siempre significa “racional” o comprensible para la mente (recuerda que la información es también vibración y emoción).

A veces la información puede bajar en forma de “película” sin aparente sentido, imágenes sueltas, sensaciones en el cuerpo o incluso silencio.

Curiosamente, aunque tu mente no se entere de nada, aún así tu cuerpo se estremece, te echas a llorar, o sientes que algo se libera o que algo se suelta.

Por eso decimos que en las Lecturas de Registros Akáshicos no baja sólo información, sino también SANACIÓN (sobre la persona o sobre la situación) y LIBERACIÓN kármica.

Para el lector, dejar que la información o lo que sea baje tal cual, aunque no entienda un pimiento… No es fácil; por eso necesita el entrenamiento.

Una lectura de Registros Akáshicos te proporciona liberación kármica
Perdón por el inciso friki, pero es hablar de karma y acordarme de Earl Hickey.

Sanación y liberación kármica.

Si las palabras “sanación” o “liberacion kármica” te rechinan, te lo explico de otra forma.

¿Te acuerdas de lo que comentaba sobre esa sensación que podemos tener a veces de que una situación determinada se repite una y otra vez en nuestras vidas como si fuese una ventanita pop up de  publi no deseada?

Haciendo la pregunta adecuada, esta “sanación” y/o “liberación” asociadas a la Lectura de Registros Akáshicos serían el equivalente a pasar un programa anti malware. A veces localizas incluso en qué sesión se instaló el bichejo. Otras ni siquiera hace falta.

¿Cómo sabes que realmente se ha producido esa sanación? Lo sabes.  Pero no con la cabeza: lo «sientes».  La ventanita deja de saltar.  Otras veces te llegan la información o el impulso necesarios para hacer cambios en tu vida.

Para empezar, dejar de entrar en las mismas páginas «sospechosas» para que no te sigan entrando virusacos.  En cualquier caso eres tú el que tiene que hacer los cambios, la lectura no los va a hacer por ti.

De nada sirve que te pases el antivirus si vuelves otra vez a meterte en las páginas del casino o a ver porno…

Desde el corazón.

Lo siento si con todo este rollo medio informático te ha dado la sensación de que este proceso es absolutamente lógico y matemático.

Imagino que en algún punto o en alguna dimensión lo es (vosotros me entendéis, orioninos míos) y que hasta las emociones tienen unas ecuaciones preciosas que las engloban elegantemente.

De hecho, intuyo que en la onda vibratoria de la voz del lector de registros hay mucha más información de la que aparenta, como si actuase de «portadora».  Pero en lo que toca la nuestra vida humana corriente y moliente en nuestras limitaditas 3 dimensiones de toda la vida…  Lo que sucede en las lecturas a veces escapa un poco a la lógica racional.

No te preocupes, es así.  La vía de entrada de la info es el corazón.  Sí, ya sé que suena muy «flagüer pagüer» pero qué quieres que le haga, es así, aunque luego haya que pasarla por la cabeza para podértela explicar en tu lenguaje.

¿Cómo puedo estar seguro?

¿Cómo sabes si el lector de registros está conectando con la información “de verdad” y no se lo está inventando por muy entrenado que esté? Pues lo mismo: lo sientes («te resuena», que decimos en el mundillo).

Cada lector es diferente (yo, por ejemplo, tiendo a ser un poco friki).  Pero una parte muy importante de su entrenamiento consiste precisamente en ser absolutamente honesto y entregar la información tal y como le llega (eso que tan en boga está ahora de «sin filtros»). Tendrás que confiar en tu sensación y en tu corazón.

Lo siento, pero no queda otra. No hay manera de comprobarlo.

No puedes ir a ningún ministerio a que te certifiquen que lo que te han contado es verdad ni a que te “compulsen” la lectura ni puedes pedir ninguna garantía (de libro de reclamaciones, ya ni hablamos).  Esto es así.  No es científico (al menos no desde nuestro alcance científico actual).

No lo puedes reproducir en un laboratorio.  Y si no confías o piensas que esto es una patraña magufa porque eres muy mental y muy científico, entonces mejor que no le pidas a nadie que te haga una lectura.  Siento haberte hecho perder el tiempo leyendo todo este mamotreto.

Pero si el gusanillo te pica…

¿Para qué y cuándo se pide una Lectura de Registros Akáshicos?

¿Para qué se pregunta a los Registros Akáshicos? Desde luego, para cotillear no.  Tampoco son un oráculo para usar en plan «ay, ¿me llamará el Jonatan?» o «¿me tiraré por fin a la vecina del octavo, que está como un queso?» o «voy a ver con quién se acostó anoche la del tercero, que para mí que le pone los cuernos al novio».

No, los Registros Akáshicos no son ni el tuenti, ni el facebook ni Tele5.

La de los Registros Akáshicos es una informacion sagrada.  Por lo tanto está muy custodiada y protegida y se ha puesto a nuestra disposición para ser utilizada como herramienta de sanación y crecimiento.

Acceder a ellos nos permite acceder a nuestra propia información pero en otro nivel, como «desde fuera de nosotros mismos», desde una perspectiva diferente, más «elevada».  La lectura de Registros Akáshicos nos permite «salir» de alguna forma de nuestra implicación con el problema para verlo desde otro prisma.

Aunque sólo sea por eso, ya merece la pena.

Los Registros Akáshicos te dan perspectiva
Foto de la NASA

No es una herramienta de cotilleo.

Puedes intentar cotillear (allá tú).  Puedes hacer preguntas todo lo chorras que quieras (ya el mismo lector se ocupará de filtrarlas para empezar). Peeeero, ya hemos dicho que la información es sagrada y lo más probable es que obtengas la callada por respuesta.

No te van a dar nada que no puedas asimiliar.  Ni te van a dar nada que pueda interferir en alguna experiencia por la que tengas que pasar.

Los bibliotecarios son muy cucos a ese respecto y muchas veces se plantan en plan «hasta aquí puedo leer».  Osea: no pasan de determinado punto por más que te quedes escuchando en plan SETI.  A veces dan la información por fascículos (o por capítulos, como las series) y hasta que no has terminado de ver una temporada no van con la siguiente.

No son muy amantes de los «spoilers», que luego nos condicionan…

Por lo general, accedes a los Registros Akáshicos cuando te hueles que hay por ahí algo que no anda bien.  Algún malware que no sabes cuándo te instalaste, algún programilla pirata que se te coló…  Cuando te sientes atascado en una situación y ya no sabes ni por dónde cogerla…  Cosas así.

También puedes utilizarlos (para eso tienes que iniciarte) como parte de tu vida diaria, pero eso queda para otra ocasión.  O puedes usarlos para avanzar más y mejor en tu vida, conectar con tu «agenda»…

¿Qué se puede preguntar?

Ejemplo concreto de consulta: «Mi jefe me trata como a un trapo y a mis compañeros no.  ¿Qué le he hecho yo a este señor?  ¿Por qué y para qué me está pasando esto?  ¿Qué tengo que aprender de esta situación con mi jefe?  ¿Puedo hacer algo para que nuestra relación mejore?»

Ejemplo genérico de consulta: «¿Cuáles son mis dones?  ¿Qué es lo que he venido a hacer o aprender?»

Que dirás tú “¿y cómo rayos accede nadie a mi información de hace tres encarnaciones? Si no me acuerdo ni de la clave de mi tarjeta del banco en esta y ya he tenido que tirar tres veces del Puck del móvil.”

Tranquilidad.  Gracias a dios no es necesario guardar claves.  El sistema es muy inteligente y asocia tu información a tu usuario por tu vibración, que es única e irrepetible.  Sí, como tus huellas digitales o tu retina ocular.

Esa vibración la asociamos en cada sesión con el nombre y los apellidos de la persona (los de su registro al nacer, los del DNI vaya).  Por eso son los que utilizamos para buscar la información y te los pediré si me solicitas una lectura.

¿A que está claro?  XD  Pues ahora vas, y me pides una lectura… 😉 Que si no lo pruebas, no puedes opinar.  😛  Ya te ayudo yo con las preguntas, si eso.

¿Quieres saber más?

¡Genial!  He preparado una MASTERCLASS GRATIS para ti.

 

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La lectura puede ser presencial o a distancia, aunque yo prefiero la segunda posibilidad.  Es la opción más cómoda para l@s dos y además es exactamente igual de efectiva.

Te cuento todo sobre la lectura en este aquí, donde podrás utilizar cualquiera de los botones para reservarme tu lectura directamente.

 

(*)“Akáshico” proviene de un término sánscrito (akasha) que viene a significar “espacio, éter o cielo”. Algo así como el tejido que todo lo sustenta.  O al menos eso dice la Wikipedia.

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¡Gracias!  😉

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Mariluz Ortega

La autora

Hola, soy María Luz Ortega. Alma mater de "El Bosque Mágico de Ávalon".
Gracias por pasarte por este Bosque tan especial. :-)
Si quieres saber algo más, visita la sección "sobre mí" de esta página.

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  1. A mí me leyó mis registros hace unas dos semanas y os puedo garantizar que es una pasada. La información que me dio es completamente coherente con el proceso que estoy viviendo en este momento y, tirando de uno de los hilos que me aportó, he pasado hace apenas tres días por un desbloqueo físico sobre el temazo que más me descolocaba, el malware por el que pedí la consulta. Mi pregunta? «Cuál es la razón por la que no consigo generar ingresos monetarios suficientes?». Concreta, eh? Pues me quedó clarísimo. Ya os contaré qué tal sigue el desbloqueo… Mientras, os la recomiendo encarecidamente.

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